martes, 25 de febrero de 2014

Kiev la Plaza Maidan vs 15m

Lo que en febrero 2014 me resulta difícil de sobrellevar, observando el escenario mundial y las pruebas evidentes de precariedad para una mayoría social, es que no estén ocupadas las plazas y las calles de todas las ciudades y pueblos en todos los países del mundo.

Por lo tanto, asumo con normalidad que ocupen la plaza de Kiev los ucranianos, como más reciente ejemplo, sin entrar en detalles sobre que tipo de gobierno dirigía o dirige hoy su falsa democracia, y me creo que sean sus poderosos líderes unos corruptos oligarcas que se reparten el pastel económico y político, además confirmo que el país no era ejemplo de libertades a la vista de la represión ocurrida, o intuyo que la impunidad de los poderosos era casi total, mientras las condiciones sociales seguro que son difíciles de soportar, porque la distribución de la riqueza no se da en el grado necesario y tan deficiente es la situación que soportan, que a ojos de una buena parte de los ucranianos la limítrofe Unión Europea parece un modelo a imitar, aunque en realidad sea Europa otra amalgama de falsas democracias y poderes fácticos que campan a sus anchas y nosotras, las personas de esa Unión Europea, los que viven estrechos.

Como quincemayista desde su génesis tuve la experiencia de ocupar una plaza (Sol) y extrañamente cuando la ocupación fue masiva el segundo día, tras la inicial represión policial a unos pocos acampados de la noche, no hubo más represión brutal o criminal sobre los que nos reunimos desbordando las calles, porque sino, la historia hubiese sido otra, y no quiero teorizar lo no ocurrido, ni teorizar sobre la reacción de los presentes, mejor que no ocurriera y que nunca ocurra.

Después de aquel órdago popular y otros en días reflexivos posteriores, se constituyeron las acampadas en todo el Estado, y el llamado 15m empezó a gestarse en efervescencia. En realidad, lo que se gestó, y fui testigo como tantas otras personas, era un modelo de respeto en la forma de relacionarnos entre todas, descartando cualquier tipo de verticalidad en la toma de decisiones, con una atención proverbial por el disenso, con reverencia a las minorías, con paciencia ante la repetición, con un deseo de replicar lo que vivíamos y de llegar a todas en cualquier espacio virtual o físico, además de ser trascendentes (con difusión y acta) para sumar a la inteligencia colectiva y la memoria, desde un cartel hasta un sentir o la elaborada propuesta por un grupo de trabajo o espontáneos varios..., siempre con la apertura total en espacio y participantes, siendo la total inclusión un principio que se apoyaba en la anónima participación de la que se hacía gala sin límites, con absoluta transparencia, difusión, crítica y debate, sin escatimar cuidados hacia los demás. O al menos se tendía a todo ello, como objetivo no siempre conseguido, pero sí con frecuencia inaudita.

Repito lo anterior, porque ese modelo basado en las personas con voz y voto a tener en cuenta, sin ser ninguno o ninguna menospreciado, evitó en última instancia, llegar en las asambleas abiertas, comisiones y grupos de trabajo a un consenso de mínimos, hubo sí, muchos consensos, pero no en objetivos políticos concretos y por ello no pudo cristalizar una propuesta de mínimos que tuviese algún recorrido serio, para ser refrendada entre grupos y asambleas, ya no digamos a nivel estatal.

Lo anterior que parece una debilidad, visto con perspectiva, resultó una fortaleza, el 15m nació para ser maximalista, para que se entienda - a por todo, desde todas-, porque era una suma constante y no un común divisor, una suma para crear una forma innovadora de acercarse a la socio-política del siglo XXI con espíritu global, trabajo en red y distribuido y con respeto a todas y cada una de las personas, aunque sin tener porque aceptar todas las ideas y las propuestas. Miles y miles de conciencias enlazadas, extrañamente enlazadas, pero con propósito de seguir contectadas en los espacios y en el tiempo.


Cuando finalmente se abandonó la acampada voluntariamente o cuando se extirpó el último bastión del punto informativo en la puerta de Sol por órdenes del gobierno, ya estaban tomadas todas las plazas virtualmente y en la inteligencia-emocional, las redes se habían creado y el concepto estaba replicado, en un copy-left ilimitado, que se adapta a cualquier formato de asociación socio-político-cultural o colaboración y protesta.

El 15m, marcará la ética política-ciudadana desde mayo 2011 en España y seguramente en parte del mundo desde entonces, los indignados de las plazas son el referente o semilla sobre la que se forjará, no un nuevo partido o Gobierno en España o en otra parte del mundo, sino un nuevo modo de encarar la política y activismo futuro y presente. Lo que se podría definir como activismo con responsabilidad socio-política en un  ejercicio continuo y libre de participación personal en lo social.
Algo con mucha más enjundia y profundidad que el Poder de las masas.

Cuando la represión sobre los reunidos en la plaza Maidán de Kiev se convirtió en desproporción por parte del gobierno ucraniano, su escenario se convirtió en un espacio de autodefensa y los defensores asumieron como praxis y respuesta, violencia brutal por violencia brutal. Nada nuevo en las tácticas de resistencia, las estrategias militares en una plaza en lucha no son novedosas desde la antigüedad: fortificación, espíritu marcial y de sacrificio, algo que conocidos grupos pertenecientes a la ultraderecha ucraniana, muchos con experiencia militar y de combate, se encargaron de ofrecer con disciplina, siempre en primera línea, en un ojo por ojo, aunque con precarios medios, como respuesta a las fuerzas policiales del gobierno ucraniano, que decidieron seguir reprimiendo con más ahínco la protesta ciudadana en Maidán. Hasta el punto criminal de decidir usar la masacre contra los manifestantes subversivos y lo consiguieron, sumando casi cien asesinatos.

En la Plaza de Maidán, entre las diferentes sensibilidades e ideologías de los manifestantes, al parecer existía un consenso tácito de mínimos, y este mínimo era sobre la dimisión de Yanukóvich y sus ministros; una vez que las decisiones del presidente, intentaron por la fuerza bruta acallar la protesta inicial, y el descontento de la población sobre corrupción, nepotismo y deterioro social, se sumó a la rabia de tener que aguantar la represión indiscriminada contra la protesta legítima e inicialmente pacífica (no lo olvidemos).

Caricaturizando:
La crítica en los medios progresistas (de alineación geoestratégica pro-rusa, bolivariana, cubana, iraní...) era que, ya que en la primera línea de combate contra la policía, los que lideraban eran militantes (identificados) extremistas de derechas, a saber, según las fuentes: ultra-nacionalistas y neo-nazis, pues toda la plaza en retaguardia y la masa que apoyaba a sus guerreros, era poco menos que un aquelarre fascista hitleriano al servicio de los intereses imperialistas de EEUU, Merkel y el capital europeo, bajo dirección en la sombra (de algún modo infiltrado-financiado) por la CIA.
La crítica en los medios conservadores (de alineación geoestratégica pro-dólar y banca Suiza) era que como el presidente iba a firmar con los rusos y contra los intereses europeos, pues cualquier manifestación y protesta ciudadana en modo y forma estaba justificada para derrocar a tamaño sátrapa rojo, dirigido por la mano sucia de Putin.

Los de izquierdas radicales (en las formas), según se puede leer en sus críticas durante semanas, en el fondo destilaban envidia, porque los llamados con desprecio “nazis” de la plaza de Kiev estuviesen haciendo realidad, lo que muchos activistas cabreados sueñan en sus calenturientas fantasías molotov, es decir, presentar una batalla digna y militar, con victoria sobre el terreno a las fuerzas policiales, con épica resistencia e iconografía tipo Mad-Max, porque en eso los recursos de disfraz están globalizados, ya sean ultras nacionalistas, anarcos, rojos marxistas o camisas negras, árabes, europeos, americanos o asiáticos, donde solo cambia algún símbolo o color.

Bien, pues la batalla la ganaron los manifestantes de la plaza Maidán, con mártires sobre el terreno en no 
pocas muertes.
La Plaza de Maidán, obtuvo su victoria de mínimos, y el Gobierno, incluido su Presidente salieron volando. ¿Y ahora qué?

El liderato ofrecido y tomado durante las batallas en primera línea, a los combatientes considerados "más violentos y valerosos" por mantener la Plaza en poder de los manifestantes, aún con impunidad en los actos de muchos de sus actores ¿cómo se gestiona tras la lucha? ¿se les quita el liderato? ¿se les condena por su violencia? ¿se les premia por su arrojo con poder y/o medallas? ¿se les ignora por su ideología extremista y no democrática? ¿se les ofrece un puesto en la nueva policía del Estado, por méritos en las barricadas?...

¿Hubo debate entre los manifestantes previamente, se hizo espacio a la palabra, la participación y el respeto a las ideas entre ellos y ellas, más allá del mínimo de autodefensa ante el ataque o la petición de dimisión al Presidente? 

¿Se conseguirá algún consenso tácito más, entre todas las personas de la plaza de Kiev? ¿o se quedarán tras las barricadas para siempre? ¿A la espera de qué? ¿qué ha construido la Plaza de Kiev y la resistencia Maidán además de barricadas y una historia épica que contar, bañada en sangre?
El modelo y ejemplo de la lucha milenaria en defender a uña y carne, sangre y fuego una plaza sitiada ¿es el modelo que necesita una sociedad ejemplar, para hacer política y construir justicia social y democracia, contra los injustos, anti-sociales y antidemócratas?

Yo no creo que la Plaza de Kiev sea un bastión de neo-nazis, aunque los haya y tras la batalla de meses tengan más poder del deseable (el deseable es siempre cero).
Yo no creo que la lucha de los Maidán fuese por un fin injusto, muy al contrario como dije al principio, debería estar toda Ucrania en las calles, pero creo que su proceso ha sido equivocado, y con un proceso como el suyo solo se repetirá la injusticia bajo otro mando si se descuidan o se dejan; a menos que la plaza dialogue y se cambien las barricadas por las asambleas y la palabra, el respeto, la no-violencia y la apertura a todas. Algo difícil después de lo ocurrido, pero no imposible, porque no creo que los "maidán" en conjunto se conformen con ser manipulados o asustados fácilmente.

A las acampadas en España, a dry, a las asambleas y al 15m en global se le acusó/acusa de multitud de cosas desde algunas izquierdas, se acusó al 15m por no ser resolutivo, por no llegar a nada, por no ganar ninguna batalla de poder político, por ser una distracción de la CIA, del Sistema y sus poderes, del capitalismo o de todos ellos, por ser un desahogo controlado, una válvula de escape a la revolución verdadera, por ser un quiero y no puedo, por ser un ejemplo pacifista y sumiso, por ser no-violento, por estar dirigido por liberales reformistas, por estar abierto a los fascistas, por no estar dirigido, por no ser organizado, por ser demasiado asambleario, por organizar una constante batucada, por ser un aburrimiento interminable, por no llevar banderas, por ser de colores, por no tener color, por ser carteleros, por recitar poesías, por no ser radicales, por ser utópicos, por ser demasiado feministas y de lenguaje inclusivo, por tanto signo para sordos y mano alzada, por tanta manifestación y tan poca guerra y tan pocas barricadas.

Desde la derecha, se acusó al 15m de lo contrario y de lo mismo, de ser lo peor, lo violento, lo terrorista, lo sucio y ensuciar la marca España, de ser lo antidemocrático, de ser una masa dirigida por la izquierda, de ser la anarquía, de ser vagos, de ser feminazis, de ser el caos frente a la razón y el orden, de ser radicales, utópicos, de ser y no ser, de ser cuatro y nunca más de cien, de ser ignorantes, de no representar nada.

Después de casi tres años, el modelo de ocupar una plaza y abandonarla que tuvo el 15m, ese modelo que no derrocó ningún presidente, ni cambió ninguna constitución, pero que saltó fronteras y nacionalismos, porque no tiene, que se oponía a la violencia, al crimen, al corrupto, al mentiroso, al poder de los pocos y los ricos, al modelo patriarcal, a la pirámide de mando y al mando, que defiende y empodera al desahuciado, al excluido, al inmigrante, a la minoría y a la persona como parte, como voz y voto, y que busca apertura y transparencia, la democracia verdadera y no la farsa. Ese 15m indefinido y muy definido, sigue siendo la mejor ética posible de personas concienciadas y conscientes en hacer la política, una política que cambiará el sistema para siempre y a mejor, porque nos hace mejores, tomando la responsabilidad como personas de la Plaza y no el Poder caiga quien caiga a un lado u otro de la barricada, para luego discutir los detalles de gobierno.

Ucrania tiene aún, mientras escribo, su Plaza tomada, pero falta el espíritu 15m, ojalá les llegue y desmonten las barricadas, sustituyéndolas por palabra, una plaza Maidán donde todas las palabras se expresen y sean respetadas para llegar esta vez a un consenso de máximos políticos, donde se asuma sin tener que debatirlo principios de justicia social y la convivencia de todas, porque si tienen que debatir eso, puede no haber debate y las barricadas se extenderán por toda Ucrania y el sacrificio de la Plaza Maidán será el peor ejemplo replicable.

Yo sigo confiando en lo mejor de cada Plaza cuando se rebela la persona en unión a las personas, superando símbolos identitarios, porque entonces #Sísepuede a mejor. Ojalá en Maidán puedan.

JssdVg