lunes, 12 de enero de 2015

¡Achús! estoy conspirado

Las ‪#‎conspiranoias‬ son el equivalente a los dioses y cultos de los creyentes; y están los gurús conspiranoicos como sus profetas, con sus canales de difusión y contrainformación conspiranoica, que no paran de crear nuevos adeptos con sus demonios, bestiarios y clichés. En las redes afines en las que me muevo, es el pan de cada día. 
En semanas con sucesos trágicos como ‪#‎CharlieHebdo‬ una total empanada.

Y la verdad es que cansa y desanima, porque la credibilidad de cualquier planteamiento alternativo al Sistema, arrastra entre su seno discursivo a una caterva de conspiranoicos (por defecto y afecto), que convierten cualquier lucha en un paseo de la mano de cuasi-esquizoides al estilo John F. Nash (l@s más inteligentes, que también hay bob@s) que encasillan cada hecho en el cajón de la CIA o el Gran Hermano y su familia Rothschild, por ejemplo.
Siempre me había mantenido bastante al margen, pero desde que participé en el 15m allá por el 15m, lo he observado como fenómeno detenidamente: conspiranoias contra el 15m y derivados cientos, conspiranoias desde el seno del 15m y derivados, otras tantas. (Sirva también el ejemplo de nuestro mal ejemplo).

Por ser positivo, de las muchas conspiranoias presentes no todo es malo, tienen la virtud que sus creyentes se pasan analizando datos cada día, para luego tejer su montaje (que sabes como empieza y como acaba, porque es el mismo mantra, según la conspiranoia) y a pesar que las premisas y conclusiones son un erre que erre absurdo o simplista, los datos que manejan, a veces tienen su valor, si verificas que no son falsos (gran cantidad lo son) o que no son avistamientos de supuestas conspiraciones como quien ve ovnis en el cielo, que también abundan, porque todo objeto volante puede ser ovni y todo lo que ondea, falsa bandera para un paranoide.

Para sobrevivir a tanto desatino perverso, me queda la ironía, el humor de tanto exceso galáctico y agujero negro, la ficción de 1984 de Orwell y buscar razonamientos saludables (que también los hay) entre tanta paja mental, algo que a veces se vuelve de una complejidad creciente y una dificultad increíble. E incluso dudas, sinceramente, que estés en el sitio correcto, o peor, si acaso habrá un espacio correcto donde situarse libre de dioses, demonios o fantasmadas.

Podría decirse, que uno de los lastres que arrastramos los antisistema frente al Sistema actual (que supo "diosificar" los suyos), es la cantidad de conspiranoias aceptadas como animal de compañía, que siguiendo el símil, serían más pulpos que gatos, pulpos los nuestros que adoptan el color según el fondo, y tiran su tinta en cuando se sienten amenazados, porque no olvidemos que para los creyentes, todo es parte del complot que teje el mundo que les rodea, y todos somos marionetas atados al hilo de Fantomas. ¡Achús! estoy conspirado.

Jesús Vega