Según mis notas de estos últimos 2 años, he aprendido lo indecible y he cambiado, algo posible porque siempre estuve a punto de tomar la palabra, y aunque la mayoría de las veces no la tomase, siempre pude hacerlo, y por pensar lo que diría he ganado en conciencia, y porque necesité analizar lo escuchado, o cuestionar mi ideas, ideología, hasta consensuar lo imposible, aportando mi experiencia, mi ignorancia, mi conocimiento, todo ello en espacios donde no había puertas, ni porteros, ni mandos ni mandados, ni nombres ni apellidos, y sin sabernos ni prejuzgarnos, compartir sobre lo social y lo político en... llámale ágora, plaza, calle, foros, espacios virtuales... y la única clave fue y sigue siendo el respeto en la escucha y la respuesta, el evitar bloqueos y ejercer la práctica del cuidado entre nosotras, el no ocultar nada; al contrario, difundirlo buscando eso a lo que llamamos inteligencia colectiva a falta de otro nombre; solo cuando ‘todo’ todo lo anteriormente relatado se ha dado, me he sabido representado en algo grande, nuevo, revolucionario, que los medios llamaron 15M, he sentido ese mundo sin poderes patriarcales dominando, esa posibilidad de vivir en igualdad y sin élites, en una tierra que pueda ser más justa, con un yo menos egoísta.
Esa catarsis de ser en los demás, es lo que ha forjado afinidades desde el primer momento, capaces de movernos, de hacernos hacer, de crear, de resistir, de sufrir las agresiones y de enfrentarlas, de recrearnos, de avanzar, de confiarnos, de fiscalizar el Sistema, de escrachearlo, de ofrecer ética a la inmoralidad reinante, de hacer lo público de todas y de tomar todas las causas donde se ofrecía el mismo espacio que nos permite afinarnos y crecernos, apoyar y sentirnos apoyadas. Y así más allá de las asambleas, grupos y foros creados, manifestaciones, concentraciones; hacer nuestras las dificultades de los que más las sufren, las reivindicaciones en vivienda, en sanidad, en educación, en laboral, en dependencia, en feminismos, en servicios públicos, en ecología, en inmigración y en miles de pequeñas o grandes causas, locales, estatales o internacionales, aunque el camino recorrido fuese solo un paso.
Y así conectamos en Octubre 2011 con cada ciudad del mundo; o con la PAH desde los primeros meses y con las mareas al constituirse y en las huelgas generales al convocarse o rodeando el Congreso, o con colectivos como los Centros Sociales Okupados, o con los mineros o los estudiantes, o podríamos llegar a replicar la escalada de Greenpeace para marcar cada icono de la estafa, como fuimos capaces de colapsar a Bankia y avergonzar la Banca con tan solo cansinismo y mucha gracia, sin olvidar el denunciarlos y sentarlos en el banquillo en querellas, que sientan precedentes y aumentarán en el futuro.
Como animamos a que la fuerza sindical, que no lo hace, tome las fábricas, negocios, tierras, desocupadas o a punto de serlo y creen los espacios necesarios para sumar voluntades y realojar la inteligencia del trabajo y sacar de la precariedad la falta de opción entre una sociedad en paro que se desangra y emigra.Sabemos que aún faltan los llamados a la política institucional que se arriesguen a dejar de pedir, para hacer su trabajo y abrir el proceso constituyente que permita darnos el espacio para sumarnos y armar un modelo de democracia real.
Pero sólo son dos años, que parece mucho, pero para lo que queremos, para nuestro sueño, es un abrir y cerrar de ojos, y hasta eso momento, ellos no dormirán.
#SísePuede
jssdvg
Publicado originalmente en facebook: http://bit.ly/Notas15m_2
11 de mayo a la(s) 23:41 2013
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